Este 964 Turbo llegó al taller en muy buen estado, pero con una mala puesta a punto.
A nivel de motor, suspensión y chasis, el coche era incontrolable: la entrega de potencia era muy abrupta, no arrancaba en caliente y tenía problemas con el diferencial autoblocante, lo que lo hacía peligroso en curvas lentas.
Además, presentaba mucha holgura en la suspensión, lo que impedía realizar un ajuste adecuado de los parámetros, y tenía problemas con el sistema de aire, como sucede en muchos 964 y 993.
Realizamos varias reparaciones: calibración y ajuste de la inyección K-Jetronic, reparación de la suspensión (incluyendo los silentblocks) y del diferencial autoblocante trasero; por último, se arregló la fuga que tenía el sistema de aire acondicionado.